lunes

El Urbión y sus Belenes 2010

Pues el día de antes estaba bastante “desanimau” al ver que muchos de los seguntinos fijos iban a faltar a la clásica del belén: Julián, y Rouss por curros, la Pantoja por ser Rey Mago en funciones, Charly y Fer por “enanitos leñadores”, o Luis por estar tomando carrerilla para el nuevo año.
Pero cuando la tremenda Nuria, Quique, Mega-Soto y el que suscribe, nos presentamos en la villa adnamantina y vimos que seríamos nada más y nada menos que 19 los intrépidos dispuestos a pasarlo en grande, me cambió la cara por completo. Menuda gozada poder disfrutar de un día de monte con tanta buena gente (Que no se me malinterprete, siempre voy con buena gente..jeje)

La salida de Sigüenza, con día feo, gélido, niebla, algo de agua… La llegada a Vinuesa, con claros cada vez más abundantes, y una temperatura buenísima.

Antes de caminar catamos la delicadeza y suavidad de las “peazo” de trufas que ha traído Jorge, sin comentarios… y así, con toda la “chorrotonina” del pocholate, nos ponemos manos a la obra. Llegamos a la Laguna Negra calentitos, ya que la Eli y la Nuri tenían ganas de sacarnos los ojos y llevarnos a todo gas, menudas dos… casi se me atraganta la chorrotonina.

Aun así, fuimos buenos y no las tiramos cascada abajo a medida que trepábamos por sus empinadas y resbaladizas rampas, tampoco somos tan vengativos, juas!


Ya sobre la cascada, ruta más relajada sin tantos sobresaltos, para todos menos para Oscarín que aún rompió algún cacho de hielo con el culo con una depuradísima técnica. Con estilo hasta para eso. Para estilo el de la Quina y el nuevo fichaje perruno, el Thor, que como ya es habitual hicieron buena parte de la ruta a su bola.



Pese al fresco, y no haber gran cantidad de nieve como otros años, la que hay está en buenas condiciones y tanto las palas como las laderas en umbría se hacen muy cómodamente, algunas cantando villancicos, y otros con la cámara en la mano, menuda panda de sobrados.


El acceso a la cima, abarrotado de gente, incluso más que otros años, y con mucho menos viento que otras veces. Ideal para el brindis con Moet Chandon Francés y la foto de family.


Fotos por aquí y abrazos por allá y para abajo, que hay hambruza y nos tenemos que echar la siesta al solete.

Es una lástima que hable tanto y coma tan despacio, por que estos zampabollos empezaban a prepararse de nuevo cuando me faltaba todavía el postre, así que al final, probé las “magalenas” integrales de refilón, y de siesta mejor ni hablamos, tuvimos que ponernos en marcha con el bolo aun en el garganchón. Casi me da un corte de digestión en las primeras bajadas. Menos mal, aun seguiría rodando ladera abajo… Que sea la última vez, vale?

Cháchara, cháchara y más cháchara, y casi sin darnos cuenta estamos otra vez en la laguna donde tuvo lugar el tradicional baño. Esta vez sí que sí: el año que viene me meto.

Y para terminar, el que yo diría que fue el segundo mejor momento del día, solo por detrás de las trufitas de antes de la ruta: las trufitas de después de la ruta. No daré más detalles, estaba en una nube.

En unos días, parte de la cuadrilla se volverá a unir para comer tortilla y jamón en el Moncayo o en el Pico del Lobo, donde antes nieve…

Todas las fotos, aqui

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