
Álvar, Oscar, y el que redacta recorreríamos este precioso valle, el de un río que da nombre a toda una comunidad autónoma, el Río Oja.
Desde Fresneda de la Sierra, entraríamos en la comunidad riojana por el puerto de Pradilla, por el que accederíamos a Ezcaray, prácticamente el centro del resto de ascensiones del día.

En Primer lugar, un primer calentón hasta la Ermita de Santa Bárbara. Carretera estrecha, curveada, con un encanto y un entorno espectacular.
Desde alli, bajo la atenta mirada del abundante público vacuno, nos dirigimos a la tercera ascensión del día, Bonicaparra, un lugar impresionante, atravesando un mullido hayedo con un fluorescente verde, que hace imaginar la intensidad de los colores que se pueden preparar por allí en fechas otoñales. Prometo volver por estas carreteras en esas condiciones.
Menos mal que solo nos quedan otros 3 puertos, entre ellos los dos colosos del día, La Cruz de la Demanda, y Valdezcaray.
El primero de ellos, comienza remontando un profundo valle, y poco a poco va remontando una amplia ladera, siempre azotados por un fuerte viento, que unas veces va, y otras viene, a merced de las indecisiones con las que asciende la carretera. Una carretera botosa, que algún serrablés denominaría pestosa, en la que no se termina de apreciar la pendiente, de no ser por el ritmo que toma el corazón y por lo que se lanza la bici una vez que tocaba bajarlo… Un puerto que engaña… muy duro.






Las sensaciones fueron diferentes en Valdezcaray, una ascensión que, acompañada de un viento más favorable, iba subiendo poco a poco, con el final siempre visible, y que pedía a gritos pegarle un buen tiento. Qué maravilla!



espectaculares afotos y vaya tres jinetes.....
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