Dolomitas 2011: Día 3

Corvara - Passo de Erbe - Corvara

Día previo a la gran cita de la Maratona de los Dolomitas, la teoría es que hay que salir a soltar patas, cuidarse, y estar tranquilo. Os prometo que las dos últimas las hicimos estupendamente.

Y mira que “más o menos” tenía avisado a los compañeretes de lo que teníamos planeado para esta víspera (que voy a llamar “avíspera”), pero aún así tuve que emplear mi “Catálogo de Malas Artes con Cariño”. Por un lado, por que me di cuenta de que los perfiles de ruta que había sacado estaban algo erróneos (algo…) y segundo por que hasta ahora no podía desvelar que el padrino de esta recomendación, un buen kapelmuriense y mejor pirineísta, alpinista y dolomitista, se partía el ojal cuando le comenté que teníamos intención de subir el Passo di Erbe el día previo a la Maratona…

¿Cómo iba a desvelar estos detalles a los vito-nautas? Ibamos a hacerlo, Y PUNTO, yo correría con las consecuencias, aunque el dolor de patas correría a cuenta de cada uno.

Dicho esto, aclararé que el paradisiaco paseín, al atardecer, hasta un lugar encantador, en realidad se convirtió en casi 80kms subiendo un puertaco de impresión, buenas riñonadas, y con un balance de casi 1700m de desnivel, efectivamente amigos, me la estaba buscando…

Menos mal que este mi “Catálogo de Malas Artes con Cariño” tenía un capítulo de “Cómo Perfumar las Malas Artes Aplicadas” y emplee toda la artillería de pomada y empalagosidad para mimar a mis amiguitos, que por lo que parece, si estoy aún escribiendo estas palabras, decidieron salvarme la vida…

Y se quejarán, ya leeréis que todos se salieron al día siguiente, sé que en el fondo me lo agradecieron…

En definitiva, gracias a Angel Luis, por descubrirnos este precioso rinconcito, este desconocido Passo, sus rampas, sus impresionantes praderas, sus paisajes, diferentes al del resto de ascensiones de la zona, su divertido descenso, y sobre todo, la hinchazón de patas con la que llegamos a cenar a Corvara.

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