Esta es una ruta de distancia media de entre 5 y 6 horas y un gran desnivel acumulado (1000 mts). Se hace más recomendable durante el invierno, y en función de las condiciones de la nieve serán necesarios crampones o raquetas. Por si acaso, los maleteros de los coches son grandes, echad todo.
Dejaremos el coche a las afueras de Cueva de Agreda. Nada más pasar el pueblo, a la izquierda veremos las indicaciones del GR 86, que seguiremos durante los primeros kilómetros. Poco a poco, el camino, que atraviesa un espeso bosque, irá estrechándose y empinándose, aunque sin ninguna complicación. El camino de subida no cuenta con ninguna opción de perdida, ya que en todo momento caminamos por el fondo de un valle dominado al fondo con la cima del Moncayo. Para algunos será mejor no decir que habrá que tirar hasta allá arriba…uff!
En torno a los 1800m de altura, en las que llaman Praderas del Colladillo, ya sin vegetación, el camino se bifurca, abandonando el GR86 para encarar la pala final del Moncayo, de más de 500m de desnivel. No tiene pérdida, ya que se aprecia perfectamente por donde asciende la senda. En caso de nieve helada será necesario el uso de crampones para evitar cualquier percance, y en caso de nieve blanda, nos será de gran utilidad calzarnos las raquetas, que evitará colarnos a cada paso hasta las caderas.
Una vez finalizada la pala, y retomemos el resuello que hemos perdido al hacer la subida (donde se aprecia perfectamente todos los que vienen de la bici, que suben todos picados entre si…), sobrepasaremos un amplio collado, y veremos la cima a nuestra izquierda, al alcance de la mano, a unos 5 minutos.
Una vez coronemos los 2316m de la cima, podemos buscar una pequeña variante para el regreso.
Volveremos al collado, pero en lugar de bajar a la derecha por donde hemos subido, continuaremos rectos hasta la pequeña cima a continuación del collado. Una vez en la cima, iniciaremos la bajada en busca del valle que allí nace.
Pero, ¿por que no comemos? Aunque solo sea por no llegar al coche habiendo paseado el jamon, chorizo, tortillas y embutidos varios por más de 1000 metros de desnivel decidimos parar en la solana, sentarnos sobre la nieve y disfrutar de nuestras vituallas.Tras un reconfortante traguito de un bendito termo de café, retomamos la ruta. A medida que descendemos y va desapareciendo la nieve, vamos aproximándonos al río que corretea valle abajo. Continuaremos bajando por el margen derecho del mismo. Podemos continuar cualquiera de los márgenes del río hasta la carretera que nos llevará de nuevo a Cueva, si bien podemos buscar, siempre en compañía de algún conocedor del terreno, las sendas que nos llevarán a las praderas y merenderos cercanos al pueblo.
Dejaremos el coche a las afueras de Cueva de Agreda. Nada más pasar el pueblo, a la izquierda veremos las indicaciones del GR 86, que seguiremos durante los primeros kilómetros. Poco a poco, el camino, que atraviesa un espeso bosque, irá estrechándose y empinándose, aunque sin ninguna complicación. El camino de subida no cuenta con ninguna opción de perdida, ya que en todo momento caminamos por el fondo de un valle dominado al fondo con la cima del Moncayo. Para algunos será mejor no decir que habrá que tirar hasta allá arriba…uff!
En torno a los 1800m de altura, en las que llaman Praderas del Colladillo, ya sin vegetación, el camino se bifurca, abandonando el GR86 para encarar la pala final del Moncayo, de más de 500m de desnivel. No tiene pérdida, ya que se aprecia perfectamente por donde asciende la senda. En caso de nieve helada será necesario el uso de crampones para evitar cualquier percance, y en caso de nieve blanda, nos será de gran utilidad calzarnos las raquetas, que evitará colarnos a cada paso hasta las caderas.
Una vez finalizada la pala, y retomemos el resuello que hemos perdido al hacer la subida (donde se aprecia perfectamente todos los que vienen de la bici, que suben todos picados entre si…), sobrepasaremos un amplio collado, y veremos la cima a nuestra izquierda, al alcance de la mano, a unos 5 minutos.
Una vez coronemos los 2316m de la cima, podemos buscar una pequeña variante para el regreso.
Volveremos al collado, pero en lugar de bajar a la derecha por donde hemos subido, continuaremos rectos hasta la pequeña cima a continuación del collado. Una vez en la cima, iniciaremos la bajada en busca del valle que allí nace.
Pero, ¿por que no comemos? Aunque solo sea por no llegar al coche habiendo paseado el jamon, chorizo, tortillas y embutidos varios por más de 1000 metros de desnivel decidimos parar en la solana, sentarnos sobre la nieve y disfrutar de nuestras vituallas.Tras un reconfortante traguito de un bendito termo de café, retomamos la ruta. A medida que descendemos y va desapareciendo la nieve, vamos aproximándonos al río que corretea valle abajo. Continuaremos bajando por el margen derecho del mismo. Podemos continuar cualquiera de los márgenes del río hasta la carretera que nos llevará de nuevo a Cueva, si bien podemos buscar, siempre en compañía de algún conocedor del terreno, las sendas que nos llevarán a las praderas y merenderos cercanos al pueblo.
Buena descripción de la ruta.
ResponderEliminarLlevo un tiempo planeando subir al Moncayo desde Cueva de Agreda, con intención de hacerla en octubre. La ocpión de una ruta circular me gusta más que la de ida/vuelta. ¿Cómo está el camino desde el Cerro de San Juan hasta Cueva de Agreda? ¿Algún tipo de señalización? ¿Senda marcada?
Me apunto el blog.
Pues es quizá el tramo más "abstracto" de la ruta. La bajada en invierno desde San Juan no tiene problema ya que vas buscando siempre el valle por la ladera pelada. El lio viene cuando llegas a la zona de chaparros, que si bien en ppio vas siguiendo el rio en el fondo del valle, sin ningun tipo de senda ni camino, a cierta altura giras a la dcha en busca del camino de los menrenderos. Este año seguro que volvemos, animate y vente, y asi marco yo la ruta con el gps... Por ahi está mi correo...
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