domingo

Los Degollaos

Gargallo, Teruel, 150km.

Ha sido la primera del año. Lugar para comprobar las sensaciones de la nueva temporada y los resultados de los entrenamientos de los primeros meses del año.
Pese a las fechas, conseguimos juntar un buen grupillo de representantes del mundo del pedal seguntino: Julián, Chicharro, Luis, Felipe, Miguel el profe, y el que escribe.
Todos decimos que iremos de tranquilo y que nos lo tomaremos como un primer entrenamiento serio de cara a la primavera, pero una vez dada la salida, todo se olvida y salimos como locos para intentar recuperar los puestos perdidos por haber llegado algo tarde a la linea de salida.
La marcha tiene una salida muy rápida, lo que sumado a que se trata de un repechón de 600m casi al 10% de desnivel, hace que prácticamente haga ya una selección definitiva de los grupos.
Si se sale mal, puede que pierdas casi un minuto en la cima del repecho, lo que obliga a forzar hasta la llegada del primer puerto, a unos 10km, donde si quieres estar adelante estás obligado a seguir forzando.
Pese al tiempo perdido en la salida, consigo remontar a cientos de personas en el Puerto de Majalinos, de unos 7km y quedarme entre los 70 primeros, con la cabeza a algo menos de un minuto, demasiado lejos, ya que los de adelante no son precisamente cojos, y no resulta fácil recortarles tal diferencia en las subidas. Desde luego, lo de recortarles en las bajadas ni se me pasa por la cabeza, las carreteras turolenses, y más en estas zonas de montaña no están para tirar cohetes…
A partir de este primer puerto, la tónica será prácticamente la misma que en cualquier prueba cicloturista (aunque de cicloturista no tenga nada mas que el nombre, buscaré otra denominación…): Tras un primer puerto a tope, se formarán grupos en la bajada que afrontarán el resto de puertos a ritmo, grupos que en cada uno de los puertos irán perdiendo efectivos.
La táctica, la de siempre: Primer puerto dándolo todo para coronar lo más cerca posible de cabeza, formar un buen grupo, e intentar aguantar en ese grupo lo más posible. Si se llega con fuerza al último puerto, intentar exprimirte para intentar ganar alguna posción. ¿Hasta donde se llegará? Cada marcha es un mundo…

En esta ocasión, el desgaste para enganchar un grupo cabecero en el primer puerto ha sido grande, seguro que se pagará… En la bajada busco una posición cómoda, como bien, bebo abundantemente, y espero la llegada del siguiente puerto, que marcará el restote la prueba. En el segundo se da bien, he recuperado adecuadamente y paso sin problemas. Muchos de mi grupo ya no pueden decir lo mismo.
Después vendrá el tercer puerto, el cuarto… y el grupo cada vez más pequeño. Sólo queda ya el último puerto, bajada, repechón, y llaneo hasta meta. El último puerto siempre es una incognita.
Comienza el puerto de Degollaos. En las primeras rampas, de los 20 que quedábamos sobrevivimos ya sólo 8, y yo ya no me encuentro tan bien. Posiblemente yo sea el siguiente en explotar. En estos momentos hay que tener la cabeza fría y analizar la situación. Llevo buen tute encima, lo peor del puerto esta por venir, y los mastodontes que van tirando no tienen pinta de frenar precisamente.
La opción más inteligente es la de buscar el ritmo diesel: Subo un par de piñones, busco una cadencia más holgada que me permita sufrir menos desgaste muscular, rebusco en mis bolsillos el último sobre de gel, y los restos de alguna barrita. Acompaño este apetecible primer y segundo plato con un leve trago de buen caldo (lo de caldo, textual, el agua iba tomando una buena temperatura), y me marco un par de minutos de buena “sobremesa” con un ritmo que me permita recuperar sensaciones. Es la diferencia entre caer o no caer en el pajarón. Tras el café, copa y puro psicológico, es hora de despertar del leve letargo, volver a cuadrarse en el manillar, mirar al frente, y volver a concentrarse en el pedaleo. De este melocotón me he librado.
Veo que de los 8 que quedábamos, me han pasado otros 3 o 4, y que de esos 8, 4 han tirado hacia arriba, y serán inalcanzables. Poco a poco, marco mi ritmo, poniéndome pequeñas metas que consisten en ir cazando a cada uno de los que se ponen a tiro, creo es buen método. Casi sin darme cuenta veo que llego a los últimos kms del puerto habiendo cazado a todos menos a los 4 que quedaban del grupo original. Con un poco de suerte organizaremos un grupete en la bajada y podremos hacer buenos relevos en el llano hasta meta.
Coronamos un grupo de 6 con buen entendimiento. Bajada rápida, repechón de entrada a ejulve y fuertes relevos los 10km hasta meta. El plan ha salido bastante bien, solo que siento como si me hubiera dejado las patas colgadas en algun lugar de la última subida…uff!!
Al final, hice un puesto algo así como el cincuentaitantos de los seiscientos y pico que éramos…
Tras la ducha, momento para saludar a todos los conocidos y de contar batallitas en la comida, poco a poco las patas vuelven a su posición habitual… espero que esta vez sin tendinitis como sucedió en este mismo lugar hace unos añitos!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario