Marcha Ciclo-Sado-Turista Subida a la Monlora 2011

(Sin ánimo de ofender o molestar a nadie, mucho menos a la organización, que me pareció perfecta, enhorabuena por ello! sólo con intención de contar unas experiencias en plan gracioso...)

Para esta cita, como ya se ha hecho en otras ocasiones esta temporada, Kapelmuur estrenaba instrumental, perfectamente adaptado a las necesidades de cada competición:

sadomasoquismo. (De sadismo y masoquismo). 1. m. Tendencia morbosa de quien goza causando y recibiendo humillación y dolor.

Y es que esta es la sensación que pude experimentar durante toda la mañana en esta prueba: una cíclica (y/o ciclística) experiencia “dolor-gustirrinin” desde el primer al último kilómetro: Comienzo agónico con una salida a mil por hora digna de las más combatidas carreras de categoría Master. Alivio tras aguantar las primeras envestidas, por poco tiempo, ya que pronto acabaríamos todos encunetados, tragando viento y esquivando montoneras, ains!!

Así hasta pie del primer puerto, mmm, 11 kms para soltar la adrenalina de tal ajetreo… Enseguida, cada uno va al sitio, este tipo de sufrimiento es más “de mi estilo”. Todo lo bueno acaba, asi que tras la ascensión, curveado descenso y de nuevo repechos, a contar uno por uno los kms que faltan para llegar al final en alto en el Monasterio de La Monlora, donde se quemarán los últimos cartuchos de dinamita. Qué difícil de explicar esta sensación de “que mal lo he pasado!!!!” y a la vez “cuanto he disfrutaooooo!!!”, ¿no?

Eso si, que papelón de mis compis Kapelmuur: Nanés y Angel siempre vigilando la posición, Dani Super-Guerrero, Rubén tremendo también y vigilándome en las bajadas, que cracks. Lilian, con Alfredo, directa a la primera fémina, enhorawenaaa! Y menos mal que no fueron nada los sustillos de Juan, Victor y Ángel… Olé también por la clase de los de Siwenza, Charly, Chicharro, Julian, Felipe el Sanferbikero, y Oscar de Almazán, este último afilándose las uñas para Dolomitas.

Como conclusión un detalle/reflexión, y es la sensación que muchos de nosotros estamos percibiendo este año tanto en cicloturistas como en master: Todos entrenamos un montón, diría yo que más que nunca, a todos nos gusta probarnos allá donde vamos, aunque sea para llegar primeros al almuerzo o la cervecita de después, quien esté libre de este pecado que tire la primera piedra. Pero lo que no se nos puede olvidar es que esta pasión nuestra es eso, una pasión, una forma de vida, una forma de expresión de nuestra personalidad, y que al día siguiente hay que madrugar, cuidar de nuestras familias, atender nuestros trabajos y tener contentos a los que mas queremos. Un “calentón”, un “quiero y no puedo”, un “voy al límite” hace que nuestra propia seguridad y la de los demás se vea en ocasiones comprometida, y de verdad: NO MERECE LA PENA. Así que PRECAUCIÓN, SANGRE Y CABEZA FRÍA, Y QUE SIGAMOS DISFRUTANDO DE TODO ESTO AL MÁXIMO!