Perico 2011. Rencontre avec Le Roi Miguel

20 Años. Ya hace 20 años desde que el gran Miguelón empezara a hacer de las suyas en el Tour de Francia. Desde entonces, siempre ha sido un ejemplo de humildad, educación, o compañerismo, palabras que tantas veces se desvinculan de algunos deportistas, tantos de ellos sin el historial de éste.

Y 20 años después nos ha vuelto a dejar con la boca abierta a los que le hemos visto sacarse de la manga un puestazo en La Perico, prueba de que tiene que estar dándole fuerte a los pedales, a parte de que, obviamente, nos encontramos ante un portento de la naturaleza. Hay que andar para hacer entre los 30 primeros, llegando en el primer pelotón.

Para mí, es un pedazo de honor el poder ir acompañado durante los cuatro puertos de esta prueba por el ídolo que de “ñajo” me hizo amar este deporte. Mi mejor tiempo, mi mejor puesto, mis mejores sensaciones en esta prueba y todo ello con un maestro (había escrito DIOS…) a mi lado. ¿Se puede pedir más?

Como siempre nervios, achuchones, frenazos, hasta que el primer puerto nos pone a cada uno en nuestro sitio. No estamos ya en Junio, asi que tuve respeto de agitarme al máximo en las primeras envestidas. A regular, que alguno caería. Sorpresón: Un tal Miguel Indurain encabezaba mi grupillo ¿cómo no iba a pasar al relevo?

Un placer escuchar como nos regulaba para que no nos cebáramos demasiado, un placer rodar a su lado, un placer verle subir, y sobre todo un placer verle bajar. Siempre volvía a entrar en el grupo sin problemas a pesar de que en los últimos metros de las ascensiones se regulara un poco. Trazada y tumbada perfectas. O un placer su bacilada cuando de cara a meta, me soltó un hachazo de jugueteo al ver que nadie me pasaba al relevo.

Al final, buen tiempo, y muy buenas sensaciones, ya no tan cansado como estas últimas semanas. 18 cocacolas después, a disfrutar de lo mejor de la ruta, los ratitos y batallitas de después…una maravilla volver a encontrarse con un montón de amigos…

Vive le Roi!!!