De Master en Cella. El retorno del Dr. Malévolo.

X MEMORIAL OLEGARIO GALI. CELLA (TERUEL).

Gris. Llevaba toda la semana gris, y gris había sido el clima durante toda la semana. Prometí que como hubiera dos gotas no saldría. Conté una, pero la segunda no cayó…
El oscuro y malévolo Dr Zeberio vino unos días antes a Teruel con la excusa de hacer algo de turismeo, pero con la idea bien definida: Tocarme la moral todo lo posible para “tramar algo” de cara al sábado. Maldito desgraciado. Que si unas bravas por aquí, que si unas cervecitas por allá, oh, prueba estas pastas, mmm que ricas… todo era una trampa, me estaba llevando a su terreno.

Instantánea del oscuro lugar en el que el oscuro Dr Malévolo urdía su oscura trama

A lo largo de alguno de estos días de engaño salió a relucir una celebre lección de otro “jedai” (con jota, no?) alcarreño, prácticamente igual de oscuro y malévolo que éste: “Sólo hay dos formas de evitar el peligro en las carreras: o siendo el último, o siendo el primero, no hay más…”
La siguiente imagen que recuerdo es del kilómetro 2, saltando del pelotón para intentar enganchar el grupete de una decena que se acababa de formar… Ya se había liado…ains…

En el perfil falta la información meteoro-ilógica del recorrido, para la próxima...

Volare volare a todo gas en el tramo de aire a favor, y abanico de todo el ancho de la carretera en el tramo de vendaval. Eso sí, tanto en un tramo como en el otro relevos a tope. Primer paso por Cella, de cara a la parte interesante de la carrera, ya algo tocado, pero con ganas de que pingara la carretera, ufff…

Empieza lo duro, tras un currazo de Pablo Alonso para guiar al grupo por el campo de minas que eran las calles de Gea. Ni me quiero imaginar como hubiera sido llegar ahí en un grupo grande… Tras el primer tramo duro hacemos recuento y quedábamos cinco: Arnal, Casabal, El Dr Malévolo, Ortigosa y yo… Sentía escalofríos solo del gustazo de poder estar ahí con esa panda… que gozada.

Coronamos y empalmamos directamente con la zona de repechos. Por cierto, un detalle de la organización el atrezzo de nieve con que nos obsequiaron, una maravilla ir a toda virgen con esos pedazo de copos cayendo, estaban los pinares preciosos…

Y así hasta Albarracín, donde comenzaba la remada de nuevo, ya que aunque nos extrañaba, nos daban referencias en torno al minuto, no podíamos estarnos mucho…

Había que aguantar los cinco juntos dándolo todo, y ya en el nuevo paso por Gea, con el repechón a 4kms del final, que fuera lo que tuviera que ser. El fiera de Casabal lo intentó, y Arnal marchó con él. Ion y yo, penando detrás para que no se fueran mucho. En la bajada de entrada a Cella, volvimos a reagrupar los cuatro (Sí, que pasa, Zeberio y yo podemos reenganchar bajando… sabíamos que alguna vez tenía que pasar…).

A mi ya me daba todo igual, para mi llegar ahí ya era un regalo, me daba igual esprintar que no esprintar, sólo quería llegar.

Chapeau Dani!

Vaya caritas... Yo como soy muy tímido, bajé la mirada...

No sé si por que nunca me había visto en una similar, o por haber pasado sin esa sensación de peligro que tanto me aterra, o por haber andado jugueteando todo el camino, creo que podría decir que ha sido uno de los días que más he disfrutado dando pedales.

No, si al final tendré que dar la razón al Dr Malévolo…

Podium absoluto.

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