martes

Quebrantahuesos 2012




Hace tiempo escuché en una entrevista que uno de los problemas del ciclismo moderno era la falta de aquellas pájaras de antaño, de aquellas minutadas en los puertos, de aquellos desfallecimientos, que daban color y emoción a otros tiempos. Esas cosas ya no pasan. Debo de ser un antiguo.

Un sabio amigo me dijo hace un par de semanas que cuando estás en plena forma y las cosas se están dando bien, sólo hay una cosa que hay que tener clara, y es que hay que saber venirse abajo, ya que no siempre habrá días buenos. Las reflexiones y las conclusiones son mucho más fuertes en los momentos malos que en los buenos, todo forma parte del juego, todo nos hace crecer.

En esta QH he tenido una lección de cómo poner esto en práctica, había que disfrutar pese a no pasar un gran día que digamos…

12 meses después de la puesta en marcha del Plan Azerbayán, llegaba la hora de la versión 2.0 de la exitosa estrategia. El nuevo plan estaba abocado al fracaso, sobre todo por el abandono de su mentor, el Dr Malévolo, que básicamente no me ha hecho ni caso en los últimos meses, centrado en sus labores de carrerista, haciéndonos creer que tenía que alimentar a su equipo pagándoles copiosas cenas por las victorias conseguidas. Una patraña.

Es más, lo deseable sería pegar un buen petardazo, para que se sintiera culpable, y así vuelva a sus labores.

Llegué a la salida 10 minutos antes del chupinazo, una suerte poder estar en el cajón amarillo, aunque hay que reconocer que allí había bastantes participantes de todos los colores y condiciones, algo que nos llamó la atención a los que estábamos allí.

Foto: Facebook Quebrantahuesos

¿Dónde se almuerza noy? Foto: Sabionline


La salida fue tremendamente lenta, muchos incluso comentaban si había sido neutralizada, tanto en los primeros kilómetros como en el tramo francés hasta Marie Blanque. Que va, solo había una razón de que se fuera tan lento, se puede ver en la siguiente foto:

Tranquilos, no apreteis, hay mucha mañana... Foto: Facebook Quebrantahuesos
Esto provocó que el grupo delantero fuera enorme, lo que inevitablemente provocó nervios, tensión, miedo, caídas, un auténtico suplicio. Ahora lo pienso y me siento hasta mal de que esta tensión me hiciciera soltarle a Sergio un: “Perdona pero ahora no te voy a hablar, estoy concentrado”, o el ya típico: “David, calla y pedalea”. Hasta Somport bueno, aun salvé bien, prefería las posiciones delanteras para evitar riesgos, aun sabiendo que estaba gastando balas. Con algún jadeo, pero conseguí coronar bastante bien. El plan 2.0 estaba dibujándose a la perfección. Vaya por Dios.

Si habiendo hueco no se iba mal, pero...   Foto: Facebook Quebrantahuesos
El tramo hasta Marie Blanque fue una locura. Más frenazos, caídas, discusiones… me quería ir a casa. Aun así conseguí hacerlo bien y remontar posiciones para entrar en Escot bien colocado… vaya, el plan seguía cuadrando… Tranquilo, seguro que ahora sí que sí, tenía que estar a punto de petar.

Y no sé muy bien si peté o no en Marie Blanque, ya que las sensaciones son exactamente iguales petado que subiendo de maravilla: jadeos, riñonadas, dolor de patas… cómo saberlo! Aun veía la cabeza, y un enjambre de ciclistas que me adelantaba. De ahí al final la cosa se estabilizó. Había perdido decenas de puestos, pero no había estado mal del todo la cosa.

O quizá si, por que en las primeras rampas de Portalet, tras dejar Laruns, no me gustaba como cazaba la perrita, ni patas, ni pulso, ni ganas, ni nada, ahora sí que sí, prendí fuego al Plan Azerbayán 2.0. Como buen antiguo que soy, ya me podía quedar tranquilo, ya tenía mi petada. Con esto conseguiré que el Dr Malévolo ponga más atención en su trabajo para el año que viene. Se me estaba relajando.

Tigres! (tigres...) Leones! (leones..), lalalala...!! Foto: tenemoslafoto.com


Del Km 5 al 14 del puerto solo recuerdo una nube… así que no me lo pensé, había que parar y desconectar. Lo necesitaba. Posiblemente fuera el primero en parar en aquel avituallamiento, pa’eso está, no?

Poco a poco fui retornando a la vida, ya subiendo más relajado. Deivid me pilla por detrás (por muy mal que suene), y avanzamos juntos. Incluso me puse a cantar con el colega Quique, haciendo un repaso por grandes éxitos infantiles y parroquiales de nuestra niñez. Sí, triste, muy triste. Otra vez como en Irati, algunos hubieran querido matarnos. Lo entendíamos.

Así entre risas y cantos, llegamos a los últimos 8 o 9 kms de puerto, en los que el público empieza a aparecer. Empiezo a ver a gente conocida, lo que definitivamente me hace despegar de nuevo. Ya no iba a conseguir recuperar nada, pero necesitaba sacar la espinita del bajón. Así, que trago de agua, cla cla, y para arriba. El amigo Quique, un crack, me acompaña. Otra vez era yo, grrrrr…

Jo, me daba otra vuelta! Foto: Ane Gabiria


Coronamos y para abajo con todo, como si fuera en cabeza, ahora también, lo necesitaba. Hoz, cuatro gritos para motivar a los compis a pasar al relevo e impecablemente llegamos a Sabiñanigo… Completamente feliz y satisfecho de cómo ha terminado el día. Terminé pasándomelo como un enano, después de todo el estes del principio.

Muy buena paella, embutido, algo para picar, un postre currado… esto hemos encontrado en otras marchas, por que en esta…

Lo que ahora me pide el cuerpo, una vez completada la QH es poner fin a esta parte “digital” del año, en la que miramos demasiado el pulso, la media, los tiempos, los puestos, o cualquier dato en pantalla… Ahora llega la parte “analógica”, la de los mapas, la de las risas, la de las largas conversaciones en los puertos. Y la empiezo con la misma ilusión que empecé la otra, pero cada una en su momento. Así debe ser, ya habrá tiempo para currarse la versión 2.1 del plan, la actual necesita pinceladas.

Analizando datos después de analizar unos webos con chicho y pancetamol. Foto: Ane Gabiria

La mejor forma de pasar página fue con los ya tradicionales huevos fritos de Gavín del domingo, con toda la pandi, sin duda, uno de los momentos estelares del año. 


Hemos terminado una Quebrantahuesos que para mí, pasará al recuerdo como la del miedo, la de las caidas, la de los sustos. Esto me ha hecho pensar mucho estos días. Me hizo pensar en caliente, pero prefería no hacer caso a lo que en esos momentos me decía mi mente y esperar un tiempo a digerir de forma más templada todas las sensaciones vividas.


Ya lo he dicho alguna vez, estamos aqui para superar nuestros límites, luchar por nuestras metas, eso hace grande esta forma de vida, pero no para jugarnos el tipo. Por favor: precaución, precaución, y más precaución. No le voy a dar más vueltas de momento...


1 comentario: