RUTA |
Aun
así, ambos tenían dos joyas escondidas: En Susten teníamos vista una
carreterita que se desviaba y serpenteaba hacia la lengua de un glaciar.
Aquello prometía.
Nada más empezar la subida, una sorpresa: detrás de nosotros, desde una furgoneta, oigo gritar mi nombre. Estamos en el sexto pino, no puede ser. Pues sí, es Iñigo de Llodio, que junto a otros compañeros recorren la zona por unos días. Algo más arriba paramos y charlamos un rato, que coincidencia!
Retomada la marcha decidimos coronar el puerto, y a la bajada investigar aquel tramo sin salida. Al igual que el día de Nufenenpass, de nuevo una carreterita perdida, sin salida nos mostraría la cara más espectacular del puerto, en este caso, del glaciar de Stein y el refugio de Tierbergli.
Retomada la marcha decidimos coronar el puerto, y a la bajada investigar aquel tramo sin salida. Al igual que el día de Nufenenpass, de nuevo una carreterita perdida, sin salida nos mostraría la cara más espectacular del puerto, en este caso, del glaciar de Stein y el refugio de Tierbergli.
En cuanto a Grimsel, sabíamos que en la cima nos encontraríamos con la cara opuesta del que probablemente se haya convertido en el LUGAR en mayúsculas del viaje: el enlace entre Furka y Grimsel. A cuál de las dos más espectacular.
En ambas la misma pregunta: ¿A quién se le ocurrió hacer aquí una carretera?
Además, como decía, al igual que en Susten, Grimsel también tenía su joya escondida: la subida desde la misma cima hasta Oberaarsee, simplemente para terminar de demostrarnos que nuestro síndrome de Stendhal ya no tenía solución.
Allí nos vimos, si...
ResponderEliminarQue maravilla y que peazo viaje os habéis pegado!!!!
Enhorabuena por lo del Mont Blanc, una salvajada pero sois una pareja de garantías.
También felicitarte por los relatos, muestran muy fielmente lo que se puede apreciar por aquellas carreteras.
Aquí os dejo nuestro relato:
http://laudioarte.foroactivo.com/t107-alpes-suizos-2013
Nos vemos en la ruta!!!!