Si no se tratara de días suaves por la cita del sábado en la Marmotte, podría montarse una etapa perfecta junto con la subida del día anterior. La mesura manda y lo dejamos en dos saliditas cortas: de aterrizaje la primera y para soltar piernas esta segunda.
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| Descripción de la ruta aquí |
Poco a poco va siendo más conocida, pero La Sarenne aun es, con mucho, el hermano pobre de Alpe d’Huez.
Esta denominación deja en bastante mal lugar a este precioso collado, que en mi opinión, supera en belleza y dureza a su mediático pariente, heredero de toda la épica ciclista.
Una vez conocidas las dos ascensiones, cambié mi forma de ver este puerto. Antes de descubrirlo, pensaba encontrar las dos caras de Alpe d’Huez, pero al conocer la Sarenne entendí que es más bien encontrar las dos puntos de vista de una misma cima:
Si subimos las 21 curvas nos sentimos empujados, arropados por cada uno de los nombres que las bautizan, y la llegada a la cima es una especie de flashback de todo lo allí ocurrido a lo largo de la historia. En cambio, al coronar la cara pobre, y recorrer los kms favorables hasta la estación de esquí, sencillamente piensas que Alpe d’Huez y todo su complejo sobra de alli.
Una subida verde, espectacular, salvaje, pero con una mole urbanizada al tomar unas cuantas curvas desde la cima.
¿Cuál es la cara afortunada?
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