miércoles

Finde por Zuriza




Pues resulta que se pueden subir cuestas sin subir piñones, se pueden bajar esas mismas cuestas agarrando unos palos en lugar de al manillar, y se pueden alcanzar collados sin echarse mano al bolsillo para sacarse el chaleco. Sí, se puede… soy capaz de ello, puedo pasármelo pipa en el Pirineo dejando la bici en casa…

Llegamos a Zuriza el viernes a media tarde, un pedacito de cielo, me encanta este lugar…


Sábado: Linza - Petrechema





El sábado sería el turno del Petrechema. Partiendo del refugio de Linza, por el mismo sendero que en otras ocasiones hemos tomado en dirección a la Mesa de los Tres Reyes, llegamos al Collado de Linza, donde está la bifurcación entre las dos rutas. Tomamos la senda hacia la derecha.
 

 


Cuando comemossssss????


Siempre a media ladera hasta el pie de la pirámide de acceso a la cima. Una preciosa subida rocosa, sin mucha dificultad, hasta la espectacular cima, desde donde podemos tener buena perspectiva de la Mesa de los Tres Reyes al norte, de Mallo d’Acherito al sur, o de las dos agujas de Ansabere: La norte justo enfrente de la cima del Petrechema, o la sur, más al sur-este, accesibles las dos solo escalando…


Que me tiro!!!



Impresionante ver como hacían cinta unos valientes en la aguja sur… tremendo control mental…



Yo, ni por el bordillo de la acera...



Vuelta para abajo después de almorzar unas cuantas veces, comer, y varios intentos de merienda. Lo primero es lo primero, como no!
De vuelta a la furgo, duchita rápida, cenita caliente y buena conversación… una pasada hacer noche en este pedacito de cielo.




Una de ellas se rascó la cabeza en el portabicis, y la otra nos lamió las puertas de la furgo, claras señales de cariño (creo).


Domingo: Linza - Plana de Diego




El domingo parecía que el clima estaba un poco de cambio, pero aun así dejaría caminar. A punto estuvimos de tener que echar unos pedrolos a la mochila, hubo un par de momentos que pareciera que las rachas de viento nos fueran a mandar a Pau.



También desde el refugio, cruzaríamos el río y subiríamos la ladera sur del valle hasta el Achar d’o Caballo. Más adelante, giro a la izquierda por un precioso hayedo que nos dejaría junto al Paso de l’Onso. Ligero descenso y con un airazo de tres pares hacemos la subida a la Plana de Diego. Parecía una tarde cualquiera de Zaragoza. Momento perfecto para buscar un resguardo y almorzar creo que por segunda vez. La bajada la haríamos a media ladera para que Eolo no nos viera. Nos vio, pero no nos hizo tanto caso como en la subida.



Ejemplar de Homo-Seguntinus en su habitat natural

Que te vuelas!!!
Una vez más, un pedazo de fin de semana!


Duendes





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